Entre esta fotografía a la salida de Zaragoza:
Y esta otra:
Hay 110 kilómetros de una travesía que yo pensaba que sería todo un logro poder terminarla, pero quizás lo que nunca habría imaginado es que siendo un novato iba a acabar tercero.
Ha sido una travesía con piedras, barro, niebla y accidentes, pero en la que hemos disfrutado muchísimo.
Creo que la sensación de circular en grupo por la noche entre la niebla es algo que no se puede explicar y sólo pueden saberlo los que lo han hecho, porque pese a ser una carrera es muy gratificante que un compañero se pare a preguntar si necesitas ayuda, más aún cuando la diferencia entre ambos es de sólo unos segundos.
Y por supuesto tengo que agradecer a mi handler toda su ayuda, porque sin ella todo esto no habría sido posible y Duk no habría podido correr igual, o incluso ni siquiera habríamos podido terminar la carrera. Así que aunque tu digas que no es cierto, ese tercer puesto no es sólo mérito de Duk y mio, sino de los tres. Muchísimas gracias.